viernes, 18 de noviembre de 2011

...

Prefiero irme a los infiernos si no te como la boca.

viernes, 21 de octubre de 2011

A la próxima estación

Empieza a acercarse ese momento, en el que no sabes si embarcar en un tren, o construir el tuyo ajeno a todo lo que pase alrededor.

Quizás parezca egoísta, pero hoy por hoy, prefiero mi tren, saber por donde va, y donde se tiene que detener. No quiero aferrarme a unas vías ni a unas catenarias de las cuales no se nada, ni siquiera el rumbo que llevan ni donde me van a dejar varado. Quizás sea ese el miedo, a la decepción, al no poder llegado hasta el final del viaje, en ese tren, que se presentó hace unas semanas, y que no se el tiempo que va a estar esperando a que yo me incluya dentro. No se si es tiempo lo que necesito, porque lo que quiero es que pase todo rápido, saber lo que tengo, y donde puedo aferrar mis sentimientos, que no se si los tengo, o no, o si no los entiendo.

Por eso, y por otras razones quizás ajenas al mundo, decido poner yo mi tren, y que la primera estación en que pare, se llame cordura.

sábado, 25 de junio de 2011

Mucha gente no sabe que el ojo humano tiene un punto ciego en su campo de visión. Hay una parte del mundo para la que estamos literalmente ciegos. El problema es que a veces nuestro punto ciego nos protege de cosas que no deberían ser ignoradas. A veces nuestro punto ciego hace que nuestras vidas sean felices y radiantes. En lo que se refiere a los puntos ciegos quizá nuestros cerebros no estén resarciéndose. Quizá están protegiéndonos.

Quizás, mi punto ciego, me está haciendo ver esa ocasión que nunca debí ver. O quizás, me esconde la más maravillosa de las armonías en el mundo. No lo se, tampoco quiero saberlo.

Y quizás, por no querer saberlo, por ser cobarde de mis actos, voy a perder lo que en esta vida yo anduve buscando.

Jose Manuel