viernes, 1 de mayo de 2009


Vittoria se dio cuenta de que estaba empezando a perder el control, algo que recordaba lejanamente de la infancia, los años de orfandad, la frustración sin herramientas para manejarla. Tienes herramientas, se dijo, siempre tienes herramientas. Pero era inútil. Sus pensamientos se entrometían, la estrangulaban. Era una investigadora, una mujer que se dedicaba a resolver problemas. Pero se enfrentaba a un problema sin solución. ¿Qué datos necesitas? ¿Qué quieres? Se ordenó respirar hondo, pero por primera vez en su vida, no tudo. Se estaba asfixiando.

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