domingo, 19 de julio de 2009

mala idea


Dejé de cotillear las ventanas iluminadas y me colé en las que estaban sumidas en la oscuridad. Me divertí mucho más viendo a la gente dormir. Era increíblemente hermoso contemplar a una mujer dormida, cuando las tensiones provocadas por el estrés del día han sido ya dulcificadas por el sueño.
Me vino a la memoria lo mucho que me gustaba ver dormir a una novia que tuve tiempo atrás. Incluso había pasado toda una noche en vela, observándola, en silencio, mientras ella dormía. Disfrutaba de veras viéndola. Se me pasó por la cabeza la idea de ir a verla, pero la deseché con la misma rapidez con que surgió. No era una buena idea, nada buena.

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